Ventajas y desventajas del maíz transgénico

Los alimentos transgénicos han generado controversia mundial. Son productos modificados genéticamente para hacerlos más resistentes o para mostrar cualidades de otros productos alimenticios.

Se cree que son la solución a numerosos problemas en los cultivos y en la alimentación mundial mientras que sus detractores afirman que pueden tener consecuencias no deseadas tanto a nivel de salud como a nivel económico. Uno de los principales protagonistas de esta disputa es el maíz transgénico.

¿Qué es el maíz transgénico?

Son variedades de maíz modificado genéticamente mediante técnicas de ingeniería genética. Con diversas técnicas se le han agregado genes de organismos diferentes a él.

Las características de los maíces transgénicos actuales son la resistencia a insectos y la tolerancia a herbicidas.

Características del maíz transgénico

El maíz transgénico es tolerante a diversos herbicidas y antibióticos.

El grano es de mayor tamaño y de mayor rendimiento que el grano de maíz natural.

Algunos tienen la capacidad de matar a los insectos que le atacan.

Son variedades estériles y no pueden reproducirse de forma natural.

Algunos maíces pueden reproducirse naturalmente, se ha descubierto que existen variedades que expulsan polen transgénico que llevan las abejas y permiten su reproducción natural.

Tipos de maíz transgénico

Maíz BT 11: Es una variedad tolerante al herbicida glufosinato de amonio y tóxico para el gusano barrenador europeo. Lo produce la empresa Novartis y se ha cultivado en USA, Canadá y Japón.

Mon 810: Es tóxico para el gusano barrenador. Es producido por Monsanto. Se cultiva en Sudafrica, Argentina, USA, Canadá y Japon.

Mon 809: Es tolerante al herbicida glufosinato de amonio, es resistente al antibiótico canamicina y a la toxina BT. Lo produce la empresa Pioneer Hi Breed International Inc. Y la cultivan en Japón y en Estados Unidos.

DLL25 o B16: Es resistente al herbicida glufosinato de amonio y lo produce Aventis. Es cultivado en USA, Canadá y Japón.

T14 y T25: Es tolerante al herbicida glufosinato de amonio y lo produce Aventis. Es cultivado en USA; Canadá, Japón y Argentina.

Mon 802: Resistente al herbicida glufosinato de amonio y al antibiótico canamicina. Lo produce Monsanto y es cultivado en USA; Argentina, Canadá y Japón.

GA21: Es una variedad resistente al herbicida glufosinato de amonio y al antibiótico canamicina. Es producido por Monsanto y es cultivado solo en USA.

PHI-CORN-IMI-IR: Es tolerante al herbicida imidazolinone. Lo produce la empresa Pioneer Hi Breed International Inc y solo es cultivado en Canadá.

Ventajas del maíz transgénico

El beneficio más notable de este tipo de maíz es para la economía de los agricultores. Este tipo de semillas genéticamente modificadas son más costosas, de hecho, las semillas de Monsanto son diez veces más que una semilla normal, sin embargo, su uso produce semillas más fértiles que las normales y una producción de maíz mayor.

Son maíces resistentes a los herbicidas. Su uso deja inmune a todo el cultivo, por lo que las malas hierbas quedan expuestas al herbicida y el maíz no se ve afectado.

Muchas de las variedades están desarrolladas para sobrevivir a plagas de insectos, los elementos más destructivos en la agricultura. Esto reduce el uso de insecticidas en las plantaciones, reduciendo a su vez el impacto ocasionado en el ecosistema, en la salud del agricultor y en la de los consumidores. Esto también reduce el impacto sobre las tierras de los cultivos.

Desventajas y consecuencias del maíz transgénico

El uso de maíz transgénico puede tener una serie de desventajas y consecuencias graves, sobre todo en los productores artesanales, países pequeños y el pequeño agricultor. Además, se desconoce el impacto en la salud que puede tener el consumo de este tipo de alimentos.

Una de las consecuencias más graves del uso de los transgénicos es que las grandes transaccionales se apoderan del patrimonio genético de los pequeños productores, introduciendo en la tierra semillas genéticamente modificadas y patentadas, privatizando los productos.

Los productos transgénicos pueden provocar una sobreproducción de maíz, esto, bajaría los precios por la conocida ley de oferta y demanda la cual afirma que al incrementarse la oferta el precio baja.

El maíz transgénico no es compatible con el maíz blanco, el de consumo humano, este, al contaminarse con el transgénico queda depreciado y se toma como maíz forrajero, generando pérdidas millonarias.

Además, el uso de maíz transgénico provoca un inusitado interés por volcar los recursos a la siembra de este rubro despreciando a las demás. Esto produce una mayor dependencia económica del maíz, un incremento en los precios de los productos despreciados, perdida de la soberanía para los agricultores, concentración de la riqueza y la imposibilidad de mantener la autonomía alimenticia en las comunidades indígenas y campesinas.

El uso de transgénicos también propicia la perdida de los maíces nativos que por milenios se adaptaron a los suelos, climas y humedades. Los maíces híbridos pierden sus características de una cosecha a otra, de esa forma requiere de material genético nuevo que proviene de los maíces nativos.

Existe también la imprecisión tecnológica, esto produce daños genéticos que producen plantas y mazorcas deformes. Existen evidencias de como el polen produce alergias y daños fisiológicos.

Los productores también pueden inclinarse a sembrar maíz para su venta y conversión a combustible agrícola, provocando escasez de maíz blanco, provocando crisis y daños a la salud humana.

Mentiras y verdades sobre el maíz transgénico

• Mito: El maíz transgénico es seguro para el medio ambiente.

Realidad: El maíz transgénico más utilizado es de tipo BT, esta variedad está diseñada para atacar insectos pero perjudica otros como la mariposa monarca, la cual ayuda a controlar plagas de forma natural. Además, las toxinas generadas se acumulan en los suelos de cultivo y afectan su fertilidad.

• Mito: Es un maíz seguro para la alimentación humana.

Realidad: La industria biotecnológica se niega a mostrar los resultados que demuestran los problemas para la salud humana que generan el consumo de alimentos transgénicos.

• Mito: Ayudará a reducir el hambre

Realidad: El hambre mundial es producida por problemas de distribución y la falta de recursos monetarios para adquirir alimentos. Las semillas transgénicas están diseñadas para solucionar el hambre en el mundo con el fin de producir ganancias en las corporaciones.

• Mito: Es necesario para combatir al cambio climático.

Realidad: Estudios independientes confirman que el etanol de maíz transgénico no es sustentable para la bioenergía. Su uso eleva los precios de los alimentos y amenaza la seguridad alimentaria mundial.

• Mito: Es imposible detener la tecnología transgénica

Realidad: Hasta ahora, solo se cultivan los transgénicos en Estados Unidos, Argentina, Japón, Canadá y Brasil. Otros países se han opuesto a su cultivo debido a los riesgos que implican.

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